¿Quiénes somos?
En el Colegio “Amor de Dios” de Almería existen desde hace ya 25 años los grupos “Amor de Dios”.
Somos un grupo de alumnos, antiguos alumnos y profesores a los que nos une una misma inquietud: seguir a Jesús, llevados de la mano de nuestro fundador Jerónimo Usera y siguiendo el Carisma congregacional, para así sentirnos miembros de la familia “Amor de Dios”.
Los grupos están formados por niños y adolescentes de entre los 9 y los 16 años, desde 4º de primaria hasta 4º de secundaria y un grupo de antiguos alumnos. Además contamos normalmente con un grupo de jóvenes que se preparan para recibir el sacramento de la Confirmación.
¿Qué hacemos?
A las tradicionales reuniones, en el curso 2021/2022 hemos sumado un nuevo espacio de compartir y convivencia entre el alumnado y junto a los monitores, ya que tras la jornada escolar y antes de comenzar la reunión, nos quedamos en el colegio y comemos todos juntos, tomando todas las medidas de prevención necesarias, disfrutamos de un rato de charla, risas, aprender y compartir también hábitos de comida. Un rato de juego previo a la reunión y... ¡nos ponemos manos a la obra!
Hay mucho que hacer, de aquí saldrán los jóvenes que cambiarán el mundo en el futuro, y la formación integral en valores y en el carisma Amor De Dios, sin duda nos convierte a todos en mejores personas y sienta la base de la persona que seremos mañana.
Nos reunimos todos los lunes en el Colegio para de una manera dinámica conocernos más a nosotros mismos y a nuestros compañeros, así como a Jesús y a nuestra madre la Virgen María. Son muchas las actividades que realizamos a lo largo del curso:
- Celebraciones litúrgicas y de inicio y final de curso.
- Tardes de juegos y convivencia.
- Excursiones y convivencias.
- Momentos de encuentro y oración.
- Participación en el JADEM (Jóvenes Amor de Dios evangelizando por la música)
- Campamentos.
Los monitores de los grupos son profesores y antiguos alumnos apasionados con su labor de evangelizar y acompañar a los niños y adolescentes en este despertar tanto religioso como humano, fomentan los valores cristianos en ellos y les ayudan a crecer en la fe y a madurar como personas.